miércoles, 7 de septiembre de 2016

FUNCIONES DE LA COMUNICACIÓN


FUNCIONES DE LA COMUNICACIÓN


FUNCIONES DEL LENGUAJE

Por funciones del lenguaje se entienden los distintos cometidos con que el lenguaje se usa por parte del ser humano . Estos propósitos han sido estudiados fundamentalmente por la lingüística y la comunicación , de forma que, por lo común, se ha dado una función del lenguaje por cada factor de la comunicación que interviene en el proceso, siendo lo más normal que una función domine o prevalezca y las demás le estén subordinadas.


1.- Funciones Emotiva O Expresiva.

Centrada en el emisor del mensaje. El mensaje que emite el emisor hace referencia a lo que siente.
Se distingue cuando se manifiesta su realidad subjetiva (sentimientos, emociones, opiniones).
 ¡Ay! ¡Que dolor de cabeza!
¡Qué bueno que hoy es viernes!
¡Que sabroso postre!

Se enfatiza esta función con claridad en el uso de exclamaciones, la elección de algunos recursos lingüísticos (como los diminutivos, aumentativos y despectivos) y numerosos recursos no verbales (como los gestos). Algunos típicos textos de carácter expresivo son las descripciones valorativas, las opiniones y otras manifestaciones subjetivas como declaraciones de amor, insultos, agradecimientos, felicitaciones, etc.
Para concluir, observemos que la función expresiva o emotiva se manifiesta gracias a los significados afectivos que se establecen sobre la base de los significados denotativos: cuando hablamos, expresamos nuestro estado de ánimo, nuestras actitudes o nuestra pertenencia a un grupo social, damos información sobre nosotros mismos, exteriorizamos síntomas , aunque no tengamos siempre plena conciencia de ello. El emisor se comunica para transmitir la información centrada objetivamente en la realidad exterior referente a las ideas que tiene sobre ella. Permite comunicar a otros estados de ánimo, las emociones. De ella emana el archigénero literario lírico o poético.

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2.- Función  Referencial,  Representativa O Informativa.

Es la función del lenguaje relacionada con los factores de la comunicación referente y de contexto, es decir, cualquier cosa exterior al propio acto comunicativo. Es la función más evidente y primordial a primera vista, pues se encuentra en todo acto comunicativo. Se da cuando el mensaje que se transmite puede ser verificable y reconocemos la relación que se establece entre el mensaje y los referentes externos del mismo. Los recursos lingüísticos principales de esta función son los deicticos . Utiliza un lenguaje de significado donativo  (el significado  primario de las palabras).
La función referencial orienta hacia el contexto. Se centra en la relación que los hablantes tienen con el mundo, las manifestaciones y los objetos a los cuales remite una forma lingüística.
El referente de una palabra corresponde al significado, tal como lo encontraremos en el diccionario. En este sentido, la referencia de la palabra “pozo” definida en el diccionario no es la misma que la del “pozo” de un poema, un cuento o una novela, cuyos referentes los pone el escritor, y después el lector, de acuerdo con su experiencia personal.

Esta función la desempeñan mensajes conceptuales, centrados en el contexto, cuya función principal es la de informar. Para ello se utilizará un lenguaje claro, concreto y sencillo, compuesto de términos de significado unívoco. La entonación será lo más neutra posible, sin énfasis que denote emotividad. Los humanos estamos especializados en la emisión de mensajes conceptuales que, en mayor o menor grado, cumplen siempre funciones informativas: las señales horarias del reloj de un campanario, los titulares de un periódico, los anuncios publicitarios, las imágenes y las palabras de un documental, e incluso la literatura y el arte en general desempeñan, entre otras, una función informativa.
Los medios de comunicación, con los mensajes informativos, pretenden básicamente -salvo manipulación- dar cuenta al público receptor de hechos o acontecimientos verdaderos, inéditos y actuales que sean de interés general, haciéndolo de forma clara y precisa.

Los mensajes informativos pueden presentarse en forma de:

Noticia. Es la narración de un suceso puntual de interés, y adopta diferentes formas estructurales según sea el medio que la difunde.
Crónica. Proporciona todos los elementos de la noticia, pero de forma ampliada y con detalles. Podemos decir que la crónica es una versión ampliada en extensión y profundidad de la noticia.
Reportaje.
 Es un género informativo que relata una serie de hechos de interés puntual en torno a un tema determinado. Incluye entrevistas, opiniones, datos y cifras.


Ahora bien, ¿es posible informar con objetividad de los hechos?, ¿es posible hacerlo sin que medie la interpretación o la valoración subjetiva del narrador? La objetividad informativa no es posible en un sentido absoluto, pues cualquier aspecto de la realidad, para convertirse en información y poder ser difundido por los medios de comunicación debe ser previamente interpretado por el periodista; de lo contrario no pasaría de ser un simple hecho. Aislar los hechos de su contexto y convertirlos en mensaje constituye ya de por sí una manipulación; ahora bien, esta manipulación puede quedar reducida al mínimo si al convertir los hechos en información se utiliza un lenguaje que no perturbe la correcta captación de la realidad.

En conclusión, dado que la objetividad e independencia absoluta de los mass-media no es posible, al menos debemos exigir de un mensaje informativo que facilite al receptor todos los hechos importantes, a ser posible sin exclusiones interesadas, para que éste pueda elaborarse un juicio de valor.


3.-Función Apelativa.

El emisor busca influir en el pensar o en las acciones del receptor. Por tanto, se centra en el receptor y se distingue en aquellas situaciones comunicativas que tienen como finalidad apelar directamente a él, dando órdenes, solicitando, preguntando o intentando persuadir a actuar de determinada forma.
  
En síntesis, tratando de dirigir su conducta.
• ¡No fumes, hace mal!
·                     Dime la hora, por favor!
• ¿Vamos al cine?

Algunas expresiones gramaticales propias de la función conativa son el vocativo, el imperativo y la modalidad interrogativa. En el lenguaje icónico: las flechas y los letreros de prohibición.
Algunos textos apelativos son las leyes, los manuales de instrucción y las guías prácticas de estudio, así como los discursos publicitario y político.
El elemento destacado es el receptor de quien el hablante quiere conseguir algo: influirlo, aconsejarlo, moverlo a actuar en un sentido determinado... En un mensaje predomina la función conativa cuando el mensaje incita al receptor a responder, aunque no necesariamente en el mismo código. En el lenguaje verbal, el imperativo y todas las formas de interpelación son específicas de la función conativa.
 (“¿Qué hora es?” ¡Vete de una vez!”). También es muy frecuente observar esta función en los mensajes publicitarios, en las señales de tráfico, etc.


4.- Función Poética O Estética.

Se utiliza cuando se busca la belleza y el mensaje oral o escrito se cuida especialmente.
Amar es cuando la proteges de la lluvia y el viento.
Amar es cuando la abrazas y te olvidas del tiempo.
Tiene lugar cuando el emisor quiere que el receptor centre su atención en la forma del mensaje. Para ello se sirve de recursos retóricos, siendo el objetivo del mensaje el producir belleza. Predomina la función poética en cualquier obra de arte, ya sea un poema lírico, una escultura o una pieza musical.

En el lenguaje habitual las palabras sólo son un medio para entenderse emisor y receptor. En el lenguaje literario son un fin en sí mismas; su fin es atraer la atención del lector y su función es la de crear un mundo de belleza que permanezca y perdure en el tiempo.

En el lenguaje literario, a la finalidad práctica (comunicar un mensaje), se une la finalidad estética (creación de belleza). Esta belleza reside no tanto en el contenido del mensaje mismo como en su presentación, en las palabras utilizadas, los recursos, etc.; en definitiva, en la forma que reviste el mensaje. Los escritores se valen de las palabras, pero también lo hacen los jueces, los periodistas, los científicos... Sin embargo, una fórmula matemática o una sentencia judicial no cumplen la función poética del lenguaje, porque en la lengua no literaria importa lo que se dice, mientras en la lengua literaria importa sobre todo cómo se dice.
El artificio extrañado es máximo en el caso del verso; el idioma es sometido en él a construcciones y exigencias totalmente alejadas del modo de hablar y de escribir (número de sílabas, pausas, acentos, rimas...).
Esta función está orientada al mensaje. Aparece siempre que la expresión atrae la atención sobre su forma, en cualquier manifestación en la que se utilice el lenguaje con propósito estético. Sus recursos son variados, por ejemplo la figura estilística y el juego de palabras. Esta función se encuentra especialmente, aunque no exclusivamente, en los textos literarios. Ejemplo: En el silencio solo se escuchaba / un susurro de abejas que sonaba.

5.- Función Metalingüística.

Se centra en el propio código  de la lengua. Se utiliza para hablar del propio lenguaje, aclara el mensaje. Se manifiesta en declaraciones y definiciones y en la lengua oral se percibe señalándola con comillas o cursivas: "Pedro tiene 5 letras". En la lengua oral, la palabra destacada recibe una entonación especial o se destaca con el acento de intensidad.
Cuando el mensaje tiene como objeto fundamental referirse al propio código al que pertenece o a otros códigos de la misma naturaleza decimos que desempeña una función metalingüística. Por ejemplo, la oración La palabra “monosabio” significa: “mozo que ayuda al picador en la plaza”además de informar, desempeña una función metalingüística  en tanto que se refiere al propio lenguaje. En este caso decimos que la palabra “monosabio” está mencionada y que estamos usando el lenguaje reflexivamente.



6.- Función Fática.

Esta función está orientada al canal de comunicación entre el emisor y el receptor. Su propósito es iniciar, prolongar, interrumpir o finalizar una conversación o bien sencillamente comprobar si existe algún tipo de contacto. Su contenido informativo es nulo o escaso y se utiliza como forma o manera de saludo.

La finalidad de la función fática  no es principalmente informar, sino facilitar el contacto social para poder transmitir y optimizar posteriormente mensajes de mayor contenido.
Constituyen esta función todas las unidades que utilizamos para iniciar, mantener o finalizar la conversación. Ejemplos: Por supuesto, claro, escucho, naturalmente, entiendo, cómo no, OK, perfecto, bien, ya, de acuerdo, etc.

Los mensajes persuasivos se emiten con el propósito de convencer, crear opiniones o cambiarlas e incitar a los receptores a realizar determinadas acciones. Estos mensajes ocupan buena parte de la prensa escrita y del tiempo de emisión en televisión y radio, además de alcanzarnos a través de otros muchos canales: internet, vallas publicitarias, etc. Existen dos variedades de mensajes persuasivos: aquellos que intentan modificar la actitud del receptor con fines comerciales y lucrativos (publicidad) y aquellos otros que lo intentan con fines culturales, políticos, sociales o religiosos (propaganda).
Entre éstas últimas están las campañas que incitan a practicar deportes, a dejar de fumar, a luchar contra el hambre en el mundo, a donar órganos para trasplantes, a pagar los impuestos... Son ejemplos de mensajes persuasivos que pretenden crear estados de opinión favorables a determinadas propuestas de carácter social o político, pero que en ningún caso buscan el consumo de bienes y servicios con una finalidad de lucro.

La publicidad pone en contacto a productores y consumidores a través de los anuncios publicitarios, que deben conseguir en primer lugar atraer la atención del receptor y, posteriormente, suscitar su interés, despertar su deseo de consumir y provocar la adquisición de lo deseado.
Todos los anunciantes saben que el éxito de sus ventas depende más de la publicidad que de la calidad de sus productos. La publicidad crea necesidades y dependencias en el ciudadano, orienta sus deseos y le convierte en miembro anónimo de un colectivo sin identidad. La estrategia favorita de los técnicos publicitarios consiste precisamente en tratar a los consumidores como individuos, sin que éstos adviertan que, en realidad, son masa consumidora. Los consumidores individuales creemos elegir libremente un determinado producto, pensamos que sus características nos convencen personalmente, que coinciden con nuestra manera de ser y de pensar; no nos damos cuenta de que, a la vez, cientos de miles de personas están haciendo lo mismo en otras partes del mundo: elegir aquellos productos o servicios que les ha impuesto la publicidad.
Se utiliza para establecer contacto o cortar la comunicación.
·         Hola, ¿qué tal? ¡Adiós, hasta pronto!




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